jueves, 17 de marzo de 2011

Ancla salarial: Instrumento de transición Humanista Ecológica al Socialismo


Autor(es): Azaziel, Marcus
Azaziel, Marcus . Sociólogo. Especialista en Sociologia por la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Especialista en Ciencias Ambientales por la Universidad de Estácio de Sá. Contacto: marcusazaziel@hotmail.com

Toda política económica actual tiene un ancla, un instrumento de regulación de políticas públicas, para el control de la inflación. Dado el fin de la Unión Soviética y de otras experiencias revolucionarias, partidos del proletariado y otros aplican “anclas” en función del  interés de la burguesía, en gobiernos nacionales subordinados al Imperialismo. Lo hacen en perjuicio de la desconcentración de la renta, de la reversión de las privatizaciones y de daños ambientales por medio de reformas estructurales. Gobiernos pro-socialismo, a su vez, enfrentan dificultades para controlar la inflación y tienen reformas bloqueadas. Tenemos que superar la…

Crisis del proyecto socialista y la confusión anti dialéctica actual

¿Los problemas que enfrentamos derivan de la teoría dialéctica de Marx? Ella se originó de la crítica a una herencia de muchos siglos (la dialéctica heraclitiana; el humanismo griego antiguo y el renacentista; el liberalismo en la economía política británica, el iluminismo idealista alemán y sus críticas por Hegel; el materialismo y la democracia en la Revolución Francesa como también la dictadura jacobina). Tales ideologías y prácticas no se confunden con la obra marxiana. Marx fue realista, naturalista, materialista, humanista y revolucionario, como dialéctico, consideraba las relaciones en movimiento, con contradicciones entre opuestos, pero también mediaciones y síntesis en la praxis.[1]
Marx pensó nuestro trabajo como “substancia del valor”; como fundamento de nuestro origen en la naturaleza, por el cual cambiamos las instituciones de cada modo de (re) producción social en territorios, lo que nos cambia a nosotros mismos.[2] Luego, supuso la subjetividad en la acción consiente sin negar las determinaciones objetivas. Pero no aceptaba acríticamente el sentido común al modo de liberales empiristas, positivistas o pragmatistas. Ni voluntarista ni determinista, pensó una síntesis universalista que marxistas organizados en partidos, muchas veces, no siguieron.
El marxismo sirvió para orientar a los primeros partidos obreros actuando en colaboración, o de modo fratricida, anti-humanista, con otros grupos socialistas (anarquistas, etc.) A partir de la Revolución Rusa una división principal se estableció entre estalinistas (post-revolucionarios no-democráticos) y social-demócratas (democráticos, aunque reformistas) ambos no-dialécticos. ¿Por casualidad?
A pesar de su humanismo, Marx postuló una dictadura del proletariado. ¡Aunque haya determinaciones democráticas en su formulación y que la coerción es afirmada contra la burguesía, el hecho es que una dictadura se puede transformar en algo ejercido contra la clase que se dice defender! Ya en la época de Marx, el anarquista Bakunin alertaba contra este peligro.
Marx admitirá la posibilidad de revolución en un país poco industrializado como Rusia, con un proletariado minoritario. Todavía, su dictadura tendría que ser una alianza con el campesinado y, sin la superación mundial del capitalismo, el retroceso era posible[3]. Lenin y Trotsky, entonces, conscientes de los límites que la contrarrevolución en Occidente les imponía, propusieron la NEP – Nueva Política Económica – en la Unión Soviética (URSS).
La NEP era apoyada políticamente por los Soviets (Consejos) obreros y campesinos. Se trataba de un conjunto de tipos de propiedad, modos de producción y de distribución, en los cuales debería existir predominio del Capitalismo de Estado – término que, a diferencia de Lenin, era utilizado por los social-demócratas[4]. Mientras, instituyendo el unipartidismo en la sociedad, los bolcheviques dominaron los Soviets y lucharon cada vez más entre sí. Stalin venció a sus opositores, dominó el partido y canceló la NEP dictatorialmente.
Bajo la conducción de Stalin, se rompió la alianza obrero-campesina. El marxismo se tornó dogmático y se implantó la colectivización forzada del campesinado para la industrialización. Hubo contradicciones cuyos efectos económicos, al cabo de décadas, resultaron en el colapso de la URSS y del bloque de países que lideraba (vencidos por los Estados Unidos).
Existe por lo menos un error grave a corregir en la herencia marxista a partir de la obra de Marx (dictadura con consecuencias económicas, jurídicas, estéticas…). En el siglo XXI, la tentación autoritaria permanece y gobernantes de izquierda (marxistas o no) proponen cierto militarismo y/o desean su re-elección ilimitada. Critico esto, pero no me alío a sus oponentes.
No sólo la interpretación estalinista del socialismo marxista (plan estatal “sin” mercado) falló, como también en parte, la respuesta socialdemócrata de regulación estatal (keynesiana) del mercado, post-crisis financiera y del liberalismo en 1929 (precedida de una guerra mundial, con la Gran Depresión seguida por otra guerra, además de varias menores). Hoy hay más pobreza –desempleo agravado por la automatización – pérdida de derechos y de energía útil – entropía, caos –con enormes impactos ambientales de producción contaminante (el más peligroso es la intensificación del efecto invernadero – el calentamiento global).
En la situación de crisis capitalistas y sin unidad socialista, científicos y filósofos empiristas/pragmatistas relativistas (“post-modernistas”, liberales o socialdemócratas, inclusive ex – marxistas), insisten en los particularismos, porque son anti-dialécticos y anti-marxistas. Piensan que la industria está desapareciendo con la automatización computarizada, eliminando al proletariado y transformando el trabajo en informacional, inmaterial. Por esto la “substancia” trabajo habría dejado de existir o el tiempo de trabajo (cf. Marx) no sería más la medida del valor económico[5]. Incluso marxistas cuestionaron tal medida[6] . Otros hicieron autocrítica readmitiendo la plusvalía (tiempo de trabajo asalariado no pago), aunque de modo ambiguo[7]. Aclaremos la confusión.
Con el fin de obtener plusvalía, los capitalistas aplican la ciencia para un mayor lucro, desempleando a las personas porque ellas implican costos salariales. Se crea un ejército de reserva, desempleado momentánea o permanentemente. En el Estado, antimarxistas ignoran esto perjudicando la creación de más empleos, a favor de las privatizaciones y el asistencialismo, con el dominio del capital financiero, especulativo (Imperialismo[8]).
Si el obrero empleado disminuyó, éste es apenas una parte del proletariado: todos son asalariados que producen resultados tangibles e intangibles –“inmateriales”- en la industria, en los servicios o en cualquier actividad con menor o mayor automatización[9].
Los socialistas deben proponer la disminución de la plusvalía para obtener más empleos y salarios, fortaleciendo al proletariado. Sin esto no tendremos el grupo revolucionario principal, porque es la mayoría dominada en el capitalismo (sin prescindir del campesinado y sin desconsiderar las cuestiones de discriminación; sin el particularismo con el uso de cuotas  y “focalismo” y sin política universalista, con prioridad hacia los más pobres). ¿Cómo?

Reevaluando a la NEP de modo humanista ecológico

En el inicio de la revolución rusa se experimentó una transición al socialismo (NEP), que puede ser eficaz si no se repiten los errores antidemocráticos que la hicieron fracasar.
Los socialistas en todo el planeta necesitan hacer la crítica dialéctica al marxismo y a las experiencias políticas revolucionarias del siglo XX (inclusive en términos éticos), recreando la transición al socialismo e implantándola a escalas nacionales, a pesar del predominio mundial del Capital. Entonces…
Reutilizo los conceptos leninistas de Imperialismo y Capitalismo de Estado[10]; además del de alianza obrero-campesina (indicada por Marx) aplicados en la NEP[11]. También utilizo el concepto de revolución permanente (hasta el fin mundial del capitalismo), implícito en la obra marxiana[12]. Los completo con estudios marxistas y de otros socialistas sobre transición, burocracia, estalinismo y economía capitalista[13]. Aplicada al caso brasileño denomino a la estrategia como NEP Brasil; en otros países, NEP XXI.
Considero el todo social (cultura) en esta NEP de plano democrático, con los conceptos de hegemonía y bloque histórico[14]. Asimismo, propongo aliar al proletariado (contando al ejército de reserva: desempleados, trabajadores “informales”, sin registro legal, y autónomos) a los campesinos y pequeños empresarios –privados y en cooperativas. En la alianza la hegemonía deber ser humanista (éticamente no violenta y no discriminatoria). Un humanismo, incluso, ecológico: la defensa de nuestra especie es prioridad, conscientes de que depende de la naturaleza en general.
Nuestra (re) producción depende de la luz solar, con fotosíntesis hecha por la biomateria a utilizar en nuestro trabajo para alimentos orgánicos, fármacos, energéticos, nuevos materiales de construcción, etc. Sin embargo, en el modo capitalista de producción con combustibles fósiles (petróleo y carbón) se aumenta el efecto invernadero; hay tecnología aplicada para desemplear y se tienta al monopolio en el uso de genes sin bioseguridad. Se debe revertir esto a favor del proletariado y del campesinado en su diversidad interna (masculina y femenina), con agentes cuyo comportamiento es reprimido y que son estigmatizados –“travestis”, ex – presidiarios, madres solteras, “niños de la calle”, etc. Realicemos un nuevo socio-metabolismo[15].
He aquí el desafío: poder político para la mayoría (cuya democracia consejista combata la corrupción), estableciendo una (re) productividad ecológicamente sustentable, con desconcentración de la propiedad y de la renta, aumento de la escolaridad y de la sanidad. En Brasil, no lo realizaremos sin superar la coalición de clase que impidió las reformas estructurales desde el golpe de Estado de 1964. Es la herencia del nacional-desarrollismo hasta el similar…

Neo-desarrollismo con inflación y dominio de los capitalistas financieros

El desarrollismo latinoamericano, se afirma, nació en México en la década de 1930, después de la Gran Depresión que deslegitimó al liberalismo:
“Cárdenas fue nacionalista y su gobierno hizo una reforma agraria radical; estatizó la producción de petróleo; creó los primeros bancos estatales de desarrollo industrial … invirtió pesadamente en la infraestructura…y protección de su mercado interno; creó una legislación laboral y de protección social; y mantuvo una política externa independiente y anti-imperialista … este programa se transformó en el denominador común de Vargas, en Brasil, de Perón, en Argentina, de Velazco Ibarra en Ecuador y de Paz Estenssoro, en Bolivia, entre otros. “ [16]
El denominador no fue tan común porque el anti-imperialismo no era anti-capitalismo, por ejemplo, en el caso brasileño (Vargas) y en el argentino (Perón). En el Brasil no hubo una amplia reforma agraria. Sin embargo la legislación laboral y de seguridad social fue implantada. Todavía, fondos sociales, como la jubilación, mantenida por el trabajo del proletariado, financiaron la infraestructura del capital: la primera siderúrgica nacional (Volta Redonda) la Compañía Hidroeléctrica de Sao Francisco, la fábrica Nacional de Motores, la construcción de Brasilia, etc. He aquí el nacional-desarrollismo.
Con Juscelino Kubitshek el nacional-desarrollismo fue una ideología y una práctica de gobierno, hasta el gobierno de Joao Goulart, compartida por gran parte de la izquierda (tenida por marxista, aunque orientada por la teoría de la Comisión Económica para América Latina –CEPAL- de la Organización de las Naciones Unidas –ONU- cuyos principales autores eran el brasileño Celso Furtado y el argentino Raúl Prebisch)[17].
Ni todo el bloque en el poder proponía la reforma agraria, crecimiento productivo con control de inflación y substitución de importaciones (para fomentar el mercado interno “de masas”), superar el populismo en la política (paternalismo y no auto-organización de los dominados), o el racismo existente a partir de la colonización del país.
El nacional-desarrollismo costó caro al proletariado y la estrategia etapista del Partido Comunista de Brasil –PCB- no era realista porque supuso que había feudalismo en Brasil y que la burguesía nacional era anti-imperialista, y por lo tanto que sería una aliada estratégica (a pesar de que hizo varias tentativas de golpe). Tales ilusiones fueron deshechas: bajo la alta inflación, presiones políticas e indecisiones, hubo más de un golpe y veinte años de dictadura. Comenzando por Brasil se inauguró un nuevo ciclo dictatorial en el sub-continente, especialmente al sur (Chile, Uruguay y Argentina).
La cuestión social (los riesgos que la resistencia de las clases dominadas implica para la dominante al exigir derechos) volvió a ser caso de policía (con torturas, represión a huelgas, contención de salarios, censuras a las actividades políticas, artísticas, etc.) para garantizarse la acumulación de capital.
En Brasil, desde el golpe de 1964 hasta la restauración de la democracia y el gobierno liderado por Fernando Henrique Cardoso (FHC), en 1995, se sucedieron políticas anti-inflacionarias monetaristas, con pérdidas crecientes de la renta del campesinado y del proletariado (especialmente en el salario mínimo), sin hablar de los enormes impactos ambientales de los proyectos empresariales financiados por el Estado. Incluso así, desde la década de 1980 hasta aquí, vivimos recesión, estagnación o bajo crecimiento económico.
Al llegar el gobierno liderado por FHC ¿qué hizo el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB)? Desorganizó instituciones de planeamiento y privatizó otras que industrializaron a Brasil desde Vargas, estableciendo un ancla económica: instrumento anti-inflacionario, porque resultaría en una estabilidad relativa de precios, “fijando”, manteniendo el “valor”, en verdad la magnitud de una mercancía: la moneda nacional.
El PSDB no dolarizó la economía (como se hizo en Ecuador), pero adoptó un ancla cambiaria (paridad del real con el dólar, como en Argentina durante el gobierno de Menem). Fue un mero artificio en la circulación de dinero, dada la gran diferencia entre el Producto Bruto Interno –PBI- y la tasa de productividad de estos países en comparación con los de Estados Unidos. La ficción se develó en la primera crisis financiera internacional, seguida de otras dos. El gobierno desvalorizó abruptamente la moneda brasileña (como se hizo en Argentina). Hubo enorme perjuicio para la mayoría de la población y se cambió el ancla, en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional –FMI-.
Ancla fiscal fue la terminología utilizada ideológicamente para legitimar la exigencia del FMI de continuidad del pago de las deudas externa e interna de Brasil, por medio del superávit primario (el montante del presupuesto nacional separado todos los años como garantía del pago de sus intereses) Sin embargo, tales deudas crecieron enormemente, incluso después de que el PSDB privatizara las principales estatales (sub-valuadas), hiciera cortes en inversiones (sobre todo en salud y en educación) y aplicara restricciones salariales al funcionariado del Ejecutivo. ¡Peor: hubo privatizaciones financiadas por el Banco Nacional de Desarrollo Económico Social (BNDES) usando el Fondo de Amparo al Trabajador (FAT)! Desindustrializaron criminalmente a Brasil, aunque los partidarios de Menem, en Argentina, hayan actuado peor…
Electo contra todo aquello en el 2002, el gobierno liderado por el Partido de los Trabajadores (PT), surgido durante la dictadura (1980) criticando al PCB y con un presidente ex – obrero, no cuestionó las privatizaciones, mantuvo los intereses altos y el “ancla fiscal”[18]. ¡El ancla pro-capitalista permaneció, con partidos de izquierda aliados a burgueses que gobernaron en la dictadura! ¡Además de esto, inicialmente el superávit primario fue mayor que el exigido por el FMI! El nuevo gobierno plantea que es necesario para el control de la inflación. Estudiémosla.
Existen varios tipos de inflación (de demanda; de oferta; importada; de precios administrados y de costos financieros).
En relación a la demanda, el superávit primario para el pago de la deuda estatal retira dinero (como medio de pago) de la circulación y restringe el crédito, por los intereses altísimos. Estos intereses remuneran a los bancos y también a las empresas productivas que invierten en Bolsas de Valores (y, por causa de esto, menos en producción para empleos asalariados). De este modo no hay exceso de demanda (porque la renta es muy concentrada) para causar este tipo de inflación en Brasil.
En cuanto a la oferta, existe potencial productivo en el país a estimular (y, en las crisis, hasta ociosidad). Luego, no hay inflación de oferta desde que se haga la inversión cuando fuera necesario.
En relación a la inflación de precios administrados, ella debe ser controlada por la regulación gubernamental de los precios de las empresas estatales y de trust.
La inflación importada deviene del uso del cambio y de la dependencia de insumos o máquinas del extranjero con aplicación científica.
¿Y la inflación de costos financieros? ¡Ella está en los intereses altos, el mayor, o entre los mayores del planeta! Es la venta del país a los capitales imperialistas, digamos una corrupción oficializada.
A pesar de las denuncias de corrupción sobre su gobierno, el PT ganó un nuevo mandato en el 2006. Se lanzó el Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC) considerado el principal instrumento de un neo-desarrollismo. Se obtuvo un aumento del PBI y una supuesta mejoría de su proporción con relación a la deuda. Mientras tanto, en la primera crisis financiera internacional perdimos ganancias en empleos. Ahí se bajan los intereses, aunque, retomando el crecimiento, nos los aumentan de nuevo hasta otra crisis. Crecemos en un stop and go, porque no hay control de capitales y otras acciones contra el imperialismo.
No se hace suficiente substitución de importaciones por tecnología nacional. En la actual productividad hay impactos “socio-ambientales” que evitar (contaminación de petróleo, de usinas termoeléctricas o atómicas; latifundistas o madereros desmontan el Amazonas y otros biomas, causando alteraciones climáticas, pérdidas agrícolas, empobrecimiento de campesinos e indios que migran hacia las ciudades, sin casas, con nuevos conflictos…). Hubo mejorías y compensaciones como la Bolsa Familia (adaptada en Argentina –planes- en Bolivia y en Venezuela) ¡pero todavía tenemos una de las peores concentraciones de la renta de la tierra!
El asistencialismo gubernamental es similar al de las iglesias pentecostales proliferando en la sociedad civil. Para cambiar esto y financiar un nuevo desarrollo social, tenemos que actuar contra los especuladores y su moneda indexada, o cuasi-moneda (títulos de deuda pública y derivativos financieros).
A partir de la tasa Selic, que el Banco Central brasileño usa como indexador de la deuda estatal y para regular el (los) interés (es), tasa altísima y diaria, todos los precios financieros crecieron mucho ¡Esto es inflación! Se trata de inflación financiera, con ganancias para los financistas y costos transferidos hacia la deuda estatal. Hay una…

Inflación financierizada a controlar

¿Cuál es el costo financiero? Los intereses. Y hay otros costos no asumidos en las cuentas nacionales. Se dan efectos, “impactos”, “externalidades” de la producción (desempleo, contaminación, basura, enfermedades…) desconsiderados en la contabilidad capitalista porque disminuirían la ganancia si fuesen compensados. Son riesgos impuestos por los capitalistas al proletariado y al campesinado (pobreza con criminalidad, violencia e inseguridad), con muchos daños cotidianos (miedo, ansiedad, neurosis, drogadicción, muertes…). Tenemos que reducir esta vulnerabilidad y la incerteza, dando poder al nuevo bloque histórico para una nueva productividad, nueva distribución y nuevo consumo, conteniendo la inflación con:
            . nuevo indexador para la deuda pública, teniendo intereses bajos;
            . control de capitales (para enfrentar mejor las crisis internacionales y a los especuladores financieros). Esto depende de
            . cambio administrado con pequeña banda de fluctuación (¡dialéctica en el cambio!), manteniendo la proporción adecuada entre exportaciones e importaciones para el financiamiento, vía tributación, de un nuevo desarrollo social, sin inflación importada;
            . nueva composición del Consejo de Política Monetaria y del Consejo de Política Económica (a unir), con representación de centrales y/o federaciones sindicales patronales, del proletariado y del campesinado, así como otras instituciones, fiscalizadoras, de la sociedad civil;
            . metas de inflación subordinadas al crecimiento productivo, con mayores aumentos del salario mínimo por encima de la inflación (todo avalado por el Índice de Desarrollo Humano Ecológico, IDH – renta, tiempo de vida y de escolaridad- con medición de impactos ambientales).
Estas acciones son presupuestos para la implantación de una nueva “ancla”, parte de otra NEP en totalidad gubernamental de transición al socialismo, o sea…

Capitalismo de Estado con Ancla Salarial

La regulación propuesta aquí implica que el nuevo bloque histórico controle las instituciones responsables por la misma, en un Capitalismo de Estado. Se trata de una relación dialéctica complementaria (por la cogestión) y simultáneamente conflictiva entre sociedad civil y Estado (por la concurrencia con oligopolios en sectores estratégicos: educación –ciencia y tecnología- telecomunicaciones, energía – incluyendo el agua – y transportes).
¿Podemos enfrentar al capital financiero, controlando la inflación, incluso antes de una revolución? Sí; progresivamente; en alianzas tácticas con la burguesía productiva y de servicios; transitando de un “ancla” monetaria capitalista hacia otro instrumento.
Ancla es una palabra usada por economistas para algo que “fija” la moneda como unidad de contabilidad menos sujeta a la inflación. Esta es medida por un índice, con una selección de precios considerados importantes en su variación, en una media estadística. Esta media cambia conforme a los precios que se seleccione para el índice. Consideremos tal relación entre variación y constancia no de modo lógico formal (fijo) y sí de modo crítico dialéctico (movimiento) en aras del socialismo.
Dejemos de pensar de modo ideológico la inflación: no hay capitalismo no-inflacionario; su modo de (re) producción concentrando renta, sin planeamiento general y con consumo superfluo, causa contradicción entre oferta y demanda. Entonces, para la nueva hegemonía, uso la metáfora del ancla con connotaciones diferentes del actual sentido común.
Superemos el fetichismo capitalista (atribuir a la mercancía-dinero un valor en sí). La “substancia” del valor, el presupuesto constante de todos los precios es el trabajo de la naturaleza en general y de nuestra especie en esta universalidad[19]. Luego, es preciso reorientar el planeamiento con una nueva “ancla” asociada a la circulación, aunque también a la productividad (ecológica), a la distribución (desconcentrada) de la renta y el consumo (sobre todo de bienes imprescindibles).
Incluso en el capitalismo, propongo que, si no el trabajo en sí, al menos el precio de la mercancía fuerza de trabajo (el salario) sea el principal valor de cambio (activo) garantizado contra la inflación. Esta es el “ancla” económica que los socialistas deben aplicar.
Me refiero a la “base”, al fundamento, al cual Marx llamó la substancia del valor: el trabajo. Es en el trabajo de la mayoría de la sociedad que el “ancla” se debe “fijar”. Mientras, no podemos todavía superar el mercado por el planeamiento ni cambiar productos, por tiempo de trabajo, sin mediación monetaria. Ni siquiera podemos pasar inmediatamente al socialismo, como parecen pensar algunos[20]. El socialismo es mundial y no nacional. Por lo tanto, necesitamos una transición con reformas (pero no reformismo).
La moneda nacional (el Real, en el caso brasileño) continuará siendo la unidad de cuenta. Con todo, el precio de la mercancía fuerza de trabajo (el salario) puede ser el principal valor de cambio (activo) garantizado contra la inflación. ¡Este es el tipo de “ancla” económica que los socialistas deben aplicar!
“Ancla” económica implica la desvalorización, la depreciación de un activo que sea el principal causante de la inflación (“estabilizando” la moneda, como medio de pago). El principal tipo de inflación es una inflación sectorizada financiera. ¿Cuál es el activo, precio de este “sector”? El interés. Por lo tanto, hay que (refiriéndome al caso brasileño como ejemplo): . reducir el (los) interés (es) y, de este modo, su parámetro general y toda la deuda estatal (a tasa Selic);
             . regular la magnitud de la moneda relativamente a la productividad del país, controlando su parámetro (la tasa de cambio) con una pequeña fluctuación (¡dialéctica!) y
             . utilizar el IPCA (Índice de Precios al Consumidor Amplio) como indexador de la deuda estatal. El IPCA se refiere al consumo de quien recibe entre 1 y 40 salarios mínimos. De este modo
             . aumentar la magnitud del precio salario mínimo, parámetro de todos los salarios. Estos posibilitan comprar productos vendidos por los capitalistas productivos y mantener los fondos estatales, para ser dirigidos, éticamente, para el bien común y no para la deuda con los capitales financieros.
¡En vez de “estabilizar” la inflación por el endeudamiento, lo haremos por el crecimiento productivo! La oferta productiva será inducida por el planeamiento, con las inversiones estatales en función de la amplísima mayoría: regulando democráticamente la economía y aumentando la productividad, de modo ecológicamente sustentable, con desconcentración de la renta.

Además de la inflación de costos financieros y de la importada, hay otros tipos de inflación que enfrentar – en la revisión de los contratos de las estatales. Sus tarifas tienen índices indexados hasta al dólar (como el IGP – Índice General de Precios) creando una inflación de precios administrados. También deben ser combatidos los oligopolios y sus precios, por la aplicación de la ley Anti-trust (de acuerdo con la Constitución brasileña, como en otros países[21]) Sin embargo, si el control de precios es un instrumento relativamente válido, es también insuficiente contra la inflación (como observamos por las dificultades del gobierno de Chávez en Venezuela y Kirchner en Argentina).
Sin refuerzo del poder estatal (con democracia participativa en Consejos ampliados), para inversiones masivas en infraestructura, educación y creación de muchos más empleos, nuestros países no saldrán, de modo sustentable, de las crisis que enfrentan. La inducción estatal del sentido de la economía por medio del PAC muestra esto, aunque es contaminante y fomentadora de plusvalía, mantiene además el superávit primario.
Es muy importante liberar el dinero de los fondos sociales, constreñido al superávit primario o aplicado en función de los grandes capitalistas (el mayor ejemplo brasileño es el FAT usado en las privatizaciones, a ser revisadas; la revisión de la función y de la necesidad de las Agencias Reguladoras fuera de los Ministerios hace parte de esto).
Que los fondos estatales se transformen en públicos de hecho, con reformas socializantes y la creación de un mercado interno de “masas”. Hacer esto con un ancla salarial significa que el salario mínimo (s.m.) será parámetro de regulación entre oferta y demanda en el país (en relación con otros niveles salariales y los llamados fondos sociales).  Aún así, no propongo la indexación general de la economía.
Se debe reorientar todo el financiamiento estatal por una nueva Ley de Responsabilidad no a penas Fiscal y sí Social como un todo, en el Presupuesto Nacional y en el Plan Plurianual con democracia consejista consultiva deliberativa. Las decisiones del bloque histórico revolucionario (proletario-campesino y pequeño burgués urbano) tendrán el s.m. como parámetro distributivo relacionado a la producción. Este ya sirve como parámetro de todos los niveles salariales y para la jubilación[22]. ¡Sugiero mucho más! Será un indicador informacional, del poder de compra de los dominados, para el planeamiento estatal y ejecución de todas las reformas estructurales.
En la alianza entre el proletariado y el campesinado, fondos como el del Programa Nacional de Agricultura Familiar –PRONAF- y otros, son importantes para la reforma agraria (con sistemas integrados de producción de energía y alimentos, sin emisión de gases-invernaderos; ferrovías e hidrovías con desagües de la producción que disminuyan los “interruptores” y stocks reguladores para reducir los precios de los alimentos al consumidor final). Con el cambio administrado y la aplicación de la ciencia y la tecnología, se hará la exportación de productos con más valor agregado.
En la infraestructura, habitación, saneamiento y fuentes de energía no contaminante para la electrificación deberán tener muchos más recursos (con ciudadanía y efectos ecológicos resultantes). Hay fondos para esto en el Brasil como el FUST –Fondo de Universalización de los Servicios de Telecomunicaciones – además del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio y otros en diversos ministerios.
Se establecerá una gestión de fondos estatales (en el BNDES, en el Banco de Brasil y en la Caja Económica Federal), de la educación y de la política industrial, con ciencia y tecnología. Se trata de financiar una reforma educacional (para escuelas públicas con más vacantes para los más pobres –indios, “negros” o “pardos” y portadores de deficiencias – que todavía estudian en universidades privadas, con baja calidad de enseñanza y sin investigación).
Para los nuevos estudiantes, se puede reducir la jornada de trabajo y las horas extras, creando todavía más empleos de lo que puedan propiciar las otras propuestas. Los capitalistas reaccionarán con desempleo, por la plusvalía relativa – uso de la automatización. Debemos aumentar el seguro al desempleo y legalizar el control obrero por medio de comités de empresa.
Utilizaremos el s.m. como parámetro de todas las “fajas” salariales, en el Estado o en el sector privado capitalista. Los salarios por encima del s.m. serán negociados en Cámaras Sectoriales de un Consejo Nacional de Trabajo, con mediación estatal y condicionando los financiamientos a la mantención y/o aumento de los empleos.
Las directrices estratégicas del bloque histórico revolucionario serán aplicadas por la integración de los programas de “transferencia de renta” y de toda la Seguridad Social (asistencia, salud, y jubilación) a los aumentos del s.m. (incluyendo a los militares en la estrategia).
En el caso de los países muy poco industrializados (Ecuador, Perú, Bolivia…), el campesinado tiene mayor importancia en relación al proletariado y a la renta salarial. De cualquier modo la renta deberá ser dirigida hacia Fondos Sociales con gestión consejista, para invertir en mayor producción, empleos (aumentando la “masa” salarial), mejor educación y sustentabilidad ecológica.
Más gradualmente (en países con proletariado minoritario) o más rápidamente, como en el caso brasileño, la masa salarial por su poder de inversión y consumo indicará cuánto se debe producir sin pérdida del control de la inflación. Al mismo tiempo, se pueden dar mayores aumentos del s.m. por encima de la inflación, con más empleos, progresivamente, y varios beneficios derivados de la NEP XXI. ¿Cómo testar tal hipótesis científica?

Convocando un Fórum (Inter) Nacional de Desarrollo

Cualquier proyecto de transición al socialismo requiere movilización social. Propongo la creación de un Fórum Nacional por un Nuevo Desarrollo. Un fórum permanente en cada país, organizado a partir de la sociedad civil, anti-capitalista, que posibilite la unión del trabajo por el socialismo en el Parlamento y fuera de él (manteniendo su autonomía frente al Ejecutivo, para una nueva colaboración entre gobiernos, sobre todo los del Mercosur ampliado – Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Venezuela…).
Que se haga la crítica al PT y partidos similares. Mientras, que se supere el sectarismo, movilizando a todos los partidos de izquierda, de centro-izquierda y nacionalistas, centrales sindicales, movimientos sociales y organizaciones no-gubernamentales. La movilización será relativa al “avance” o “retroceso” de cada país (con gobiernos de izquierda o no), por medio de reivindicaciones e iniciativas como estas:
            . establecer referendos nacionales sobre el s.m. Este deberá alcanzar su magnitud prevista por la Constitución en los próximos mandatos presidenciales;
            . auditar las deudas externas y exigir que los gobiernos federales divulguen los acreedores y contratos de las deudas internas;
            . presentar motivos para la reversión de las privatizaciones hechas, presionando por una Comisión Parlamentaria de Investigación al respecto y por la re-estatización con nueva gestión consejista;
            . indicar el monto del dinero expropiado en las deudas y privatizaciones y cuántos beneficios e inversiones de él, en reformas estructurales, podrá traer en función de la mayoría expropiada.
Los ítems anteriores incitan a presentar a las poblaciones un proyecto total alternativo: el Capitalismo de Estado con la nueva NEP. El fórum propuesto será el lugar de elaboración de un proyecto completo con…

Propuestas específicas para un Nuevo Desarrollo Pro-Socialismo

Con el fin de contribuir a la implantación del proyecto aquí defendido, doy detalles sobre las propuestas presentadas anteriormente e indico otras que, no obstante, deben ser adaptadas a la realidad de cada nación:
1) No a la autonomía del Banco Central con relación al Gobierno como un todo;
2) Cambiar el Consejo de Política Económica (incluyendo ministerios, Bancos Nacionales de Desarrollo, representaciones patronales y de empleados, bien como de entidades fiscalizadoras), compatibilizando tasas de interés, metas de inflación y crecimiento económico;
3) Reducir el superávit primario y auditar las deudas internas y externas, llevando el problema a un tribunal internacional si fuese necesario, para legitimar a tasa cero.
4) Reducir progresivamente la tasa básica de interés hasta el nivel de la inflación (tasa real cero);
5) Indexar la deuda pública a un índice de precios al consumidor en moneda nacional, haciendo el tránsito de los títulos estatales de pos-fijados a pre-fijados en su amplia mayoría;
6) Subordinar la meta de inflación al crecimiento económico y éste a metas no meramente económicas, con el IDH de la ONU ajustado a la desigualdad de “género sexual” (masculino/femenino), conforme al color de la piel/etnia/edad/porte de deficiencia de los trabajadores e impactos socio-ambientales en cada región del país;
7) Regular el cambio de modo de beneficiar a las exportaciones necesarias al crecimiento económico sin perjudicar sectores estratégicos y prioridades ciudadanas en el mercado interno (cambio administrado, con una pequeña fluctuación);
8) Establecer un control de capitales (inclusive de capitales energéticos, como el petróleo y el gas explotados por empresas multinacionales), reviendo el concepto de Capital Nacional;
9) Reunir a todos los gobernadores y el Frente Nacional de Prefectos para una reorganización de la deuda interna (en función del Pacto Federativo y de nuevos derechos de ciudadanía);
10) Dirigir los recursos de los Fondos Sociales no para el superávit primario y sí para ampliar la jubilación y los servicios de salud, además de la calificación educacional y la creación de empleos;
11) Aumentar la tributación a los bancos, fiscalizándolos (contra la evasión fiscal – con investigación apoyada por el Ministerio de Hacienda y por la Policía Federal);
12) Establecer una fuerte competencia entre bancos estatales y privados, forzando la reducción de precios del sector;
13) Establecer un mayor control sobre los oligopolios y sus precios, con aplicación severa de la Ley Anti-trust, evitándose un “foco” inflacionario importante más;
14) Establecer tasas de interés de largo plazo de los Bancos Nacionales de Fomento (existentes o a ser creados), con financiamiento, cálculo de tasas de descuento, de retorno y de riesgo, incorporando criterios e indicadores de beneficio humanista ecológico en los proyectos estatales privados;
15) Revisar las tarifas de las estatales y de los servicios públicos, desindexándolos del dólar, evitando inflación importada o de precios administrados;
16) Usar las compras gubernamentales, dando cada vez más prioridad a las medias y pequeñas empresas (incluyendo cooperativas y agricultores familiares), con criterios transparentes de contratación (los stocks regulares de producción servirán también para el control de la inflación);
17) Establecer la renegociación de contratos de todos los concesionarios públicos, sobre la indexación de sus tarifas (especialmente las “dolarizadas”);
18) Dar prioridad en los financiamientos públicos a las actividades de infraestructura para eliminar carencias que bloquean el crecimiento económico (principalmente en energías renovables), para más empleos vis-a vis- garantías seguritarias y reforma urbano-agraria (transporte colectivo no contaminante, habitación “popular”, saneamiento, salud y educación). Con este fin,
19) Crear el Presupuesto Participativo Nacional, en acuerdo con el Legislativo por medio de la Comisión de Presupuesto en el Congreso (transmitida por TV), precedido de la conferencia nacional con delegados de la sociedad civil;
20) Proponer una Ley de Responsabilidad Social (vinculación de recetas para la generalización de los servicios sanitarios y de enseñanza públicos, en todos los niveles, sin dependencia de las instituciones mercantiles);
21) Destinar una cláusula específica en el Presupuesto Nacional para el fortalecimiento y ampliación de todos los Consejos de Políticas Públicas (con gastos de costo garantizados);
22) Destinar dinero para que Consejeros sean capacitados en metodologías de auditorías, con el uso de indicadores de monitoreo, y de conformidad a la ley, evaluando eficacia, eficiencia y efectividad en el uso de los recursos públicos, de modo humanista ecológico (en licitaciones, programas y proyectos).
23) Establecer, junto con el Parlamento, que Conferencias Temáticas Nacionales (de dos en dos años) serán las instancias de monitoreo y evaluación de lo que se decidirá en los Presupuestos Anuales y Planes Pluri-anuales;
24) Ampliar y perfeccionar Consultas Públicas referentes al Plan Pluri-anual (de cuatro en cuatro años);
25) Democratizar la gestión de los fondos sociales, incorporando representantes sindicales patronales y de empleados, bien como otras instituciones de la sociedad civil, pertinentes a cada caso, para que el gobierno aplique recursos en mejor enseñanza y seguridad social en general, así como en generación de empleos con aumento del salario mínimo cada vez más encima de la inflación;
26) Vincular todas las transferencias de renta a la elevación del salario mínimo, integrándolas a los programas gubernamentales de educación, de empleos y reducción de la jornada de trabajo hasta eliminar el mero asistencialismo;
27) Crear un Consejo de Desarrollo Social para concretar el tratamiento de la estrategia anterior;
28) Activar un Consejo Nacional del Trabajo (CNT) para coordinar la política de elevación del salario mínimo;
29) Implantar la Convención 158 de la Organización Internacional del Trabajo, que prohíbe la suspensión de los empleos por las empresas sin comunicarlo al gobierno;
30) Reducir la jornada de trabajo y las horas extras, con negociación de la CNT y sus Cámaras Sectoriales, creando más y más puestos de trabajo.

Rumbo al Socialismo

La NEP XXI es una estrategia alternativa al gobierno capitalista. Su aplicación en un mandato (por la victoria electoral de la coalición del Fórum) servirá como demostración para otros países. Estos podrán adaptarla a sus condiciones nacionales, apoyándose en un proceso de revolución permanente (pro-socialista).

Referencias Bibliográficas
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Traducción de Raúl Perea

[1] Marx y Engels, 2007
[2] Op. Cit., Engels, 1986
[3] Marx y Engels, 2007. Fernández, 2000
[4] Bertelli, 1987
[5] Gorz, 2005, Lazzarato y Negri, 2001
[6] Oliveira, 2003
[7] Prado, 2005
[8] Lenin, 1987
[9] Marx, 2002
[10] Lenin, 1987
[11] Bertelli, 1987
[12] Trotsky, 2008
[13] Fernández, 2000; Meszáros, 2002; Nove, 1989, Mariátegui, 2005
[14] Gramsci, 2002
[15] Marx, 1985
[16] Fiori, 2006, p. 1
[17] Toledo, 1978
[18] Paula, 2003
[19] Marx, 2006
[20] Katz, 2007
[21] Brasil, 2003
[22] Oliveira, 2003

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