martes, 1 de marzo de 2011

LA EMANCIPACIÓN DE LA MUJER EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO


La activa participación de las mujeres en los procesos de cambio que vive América Latina es una demostración de nuestra condición revolucionaria y de la importancia de nuestra vinculación en la construcción de un sistema de relaciones que supere las distorsiones originadas por el sistema capitalista en la adjudicación de roles a mujeres y hombres. Es la lucha por desalienar las relaciones sociales, entendiendo que la verdadera emancipación de la mujer sólo será posible con la abolición del capitalismo.

“El grado de emancipación de la mujer es la medida natural de la emancipación general”

Carlos Marx y Federico Engels

La Sagrada Familia  

“Una revolución no es digna de llamarse tal si con todo el poder y todos los medios de que dispone no es capaz de ayudar a la mujer -doble o triplemente esclavizada, como lo fue en el pasado- a salir a flote y avanzar por el camino del progreso social e individual”.

León Trotsky

La activa participación de las mujeres en los procesos de cambio que vive América Latina es una demostración de nuestra condición revolucionaria y de la importancia de nuestra vinculación en la construcción de un sistema de relaciones que supere las distorsiones originadas por el sistema capitalista en la adjudicación de roles a mujeres y hombres. Es la lucha por desalienar las relaciones sociales, entendiendo que la verdadera emancipación de la mujer sólo será posible con la abolición del capitalismo.

La opresión de la mujer, la primera de las opresiones en palabras de Engels,  es uno de los pilares fundamentales del sistema capitalista y su origen se fundamenta en  la propiedad privada y en la división del trabajo. La lucha por la liberación de la mujer y la construcción del socialismo están íntimamente ligadas. En este sentido, es de destacar la enorme importancia que muchos de los revolucionarios históricos dieron a la cuestión femenina como elemento esencial en la lucha por la emancipación común.

La crisis del capitalismo ha puesto de manifiesto la vigencia de este postulado y ha emplazado a la "izquierda tradicional" (excusando lo contradictorio del término) a entender que la lucha por la liberación de la mujer no está aislada de la lucha por la edificación de una sociedad justa y humana, de una sociedad socialista.

Los marxistas debemos tener claro que la mujer sufre una doble opresión: de género y de clase, y entender esta cuestión desde un punto de vista revolucionario que nos permita superar la “contradicción” entre género y clase, comprendiendo su interrelación y rechazando los dogmas que sólo han servido para atomizar al movimiento revolucionario. Es uno sólo el destino de los explotados, y por tanto, la lucha unificada en torno a un programa revolucionario debe integrar a obrer@s, campesin@s, indígenas, estudiantes, artistas, organizaciones políticas y movimientos populares en una única causa común: la lucha contra el capital.



El papel de lo reivindicativo en la lucha por la emancipación común

Si bien es cierta la importancia que tienen los aspectos reivindicativos, nuestra lucha va más allá de la obtención de una legislación progresista, unas cuotas burocráticas y/o unos porcentajes de participación que no hacen más que poner un velo al origen del problema de la explotación de la mujer. Es necesario que demos a estas demandas contenido de clase a través de un programa de reivindicaciones transicionales que potencie nuestra capacidad de organización, formación y movilización. Las mujeres hemos demostrado históricamente que constituimos una parte vital del movimiento de masas, como lo reconociera la Tercera Internacional Comunista: “sin la participación activa de amplias masas de mujeres proletarias y semiproletarias, el proletariado nunca podrá tomar el poder ni llegar al comunismo” (1). Por esta razón debemos asumir, con auténtico compromiso revolucionario, la lucha por la transformación de las relaciones de dominación existentes.

La mujer en la revolución Bolivariana

La necesaria profundización de la Revolución Bolivariana, luego de la victoria del 15 de febrero, pasa por el fortalecimiento del debate sobre los medios y modos de producción, la equidad de género y la protección animal y ambiental, es decir, por la construcción colectiva de un nuevo sistema de relaciones políticas, económicas, sociales y ambientales. Es esta la hora de la transformación del Estado burgués en un Estado revolucionario que vincule coherentemente la teoría y la acción revolucionaria, que ponga fin a la corrupción y el burocratismo y que exprese integralmente la elevación del nivel de conciencia y la mejora de las condiciones materiales de la población.

Hoy más que nunca, la Revolución Bolivariana requiere de nuestra participación consciente y organizada en la lucha por la emancipación común. Somos solidarias con los trabajador@s que luchan por la nacionalización de empresas bajo control obrero, con los campesin@s que batallan por la colectivización de la tierra y principalmente con las madres, esposas e hijas de cientos de obreros y campesinos asesinados bajo el yugo de la violencia paramilitar de la derecha internacional y sus lacayos nacionales. Especial mención para las camaradas de la fábrica de franelas Gotcha, quienes llevan adelante una incansable labor por la nacionalización de esta empresa bajo control de sus trabajadoras y por la construcción del socialismo en el siglo XXI.

Así mismo, y en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, mujeres y hombres marchamos unidos por el camino de la verdadera transformación social, bajo la consigna "MUJERES Y HOMBRES TEJIENDO CONCIENCIA SOCIALISTA POR NUESTRA MADRE TIERRA". Un día de celebración por la vida, una fiesta en la que reivindicamos con alegría que otro mundo sin opresión no sólo es posible, sino que es imprescindible.

Exijamos, con firme compromiso, nuestros derechos aún no cumplidos. Llevemos a cabo la revolución inacabada, heredada de nuestras maestras, abuelas y madres luchadoras que nos han dado una lección de solidaridad y sabiduría. Ellas, con su sangre, tejieron la red, nosotras hoy somos las tejedoras y recibimos este hilo auténtico, casi perdido en los grandes registros de la historia (2). Construyamos desde la diversidad una verdadera fuerza revolucionaria capaz de vencer, de una vez y para siempre, la opresión capitalista. Sirva este espacio para incentivar el debate, la articulación y la movilización permanente y para, desde las páginas de El Militante, contribuir a la causa de la liberación de las mujeres, que es la causa de todo el pueblo.

¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir!

Cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede ¡Crece la organización!

     ¡El feminismo no es extremismo es condición para el socialismo!

     ¡Por la emancipación de la mujer y de todos los oprimidos!

 
1. Tesis, resoluciones y manifiestos de los cuatro primeros congresos de la Tercera Internacional, pág. 213, en la edición inglesa.

2. Documento colectivo del Día Internacional de la Mujer. Caracas, Venezuela. 2009

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