miércoles, 12 de enero de 2011

Neoliberalismo, dos décadas de estancamiento




Alberto Arroyo Picard


A mediados de los sesenta, la estrategia económica del país llamada desarrollo estabilizador empieza a dar signos de agotamiento: Sin embargo, la luz preventiva no fue ni atendida ni entendida hasta los setenta. El indicador más claro de esta crisis en el modelo económico se puede ver en la caída de la productividad.
La bipolaridad en el campo se agudiza con una baja en el ritmo de aumento de la productividad a partir de 1965 para llegar, incluso, a disminuir 4% entre 1970 y 1975.1 En el sector industrial, de 1965 a 1970 la productividad se estanca. En esos cinco años aumenta sólo 1.7%, apenas 0.34% como media anual.2
Otro signo claro de la crisis es la baja de la tasa media general de ganancia de la economía desde 16.4% en los años sesenta, a sólo 9% en la primera mitad de los setenta.3 En esta década se tiene consciencia del problema y se trata de hacerle frente profundizando la misma estrategia y con una agresiva intervención del Estado en la economía. Sin embargo, pronto se evade el problema debido al descubrimiento del petróleo y al espectacular aumento de sus precios internacionales. En 1981-1982 la realidad se impone a partir de la caída abrupta del precio internacional del petróleo.
Con el ascenso de Miguel de la Madrid Hurtado (y, junto con él, del llamado grupo de los tecnócratas, incluido Carlos Salinas de Gortari) en diciembre de 1982 se cambia de rumbo o estrategia económica. El cambio era necesario y urgente; pero lo importante ahora es evaluar si fue en la dirección correcta.
El cambio no se basó en un diagnóstico minucioso y profundo de los problemas del desarrollo estabilizador, sino que se ideologizó y asumió como una nueva corriente teórica dominante: el neoliberalismo en el que habían sido formada la nueva elite que sube al poder. Lo elemental de una estrategia económica es que genere crecimiento real, estable y sostenido. La sociedad exige no sólo crecimiento, sino sustentabilidad y justicia social; pero lo esencial es que crezca.
Si se va a cambiar una estrategia económica que había logrado durante 15 años un crecimiento acelerado y sostenido con una tasa media anual del Producto Interno Bruto (PIB) de 6.48%, y del PIB por habitante de 3.41%,4 una inflación muy moderada, una estabilidad del peso frente al dólar y una mejora generalizada en el poder de compra de los salarios; la nueva estrategia debe ser evaluada con los mismos parámetros. Insisto, la estrategia seguida durante 1955-1970 llamada de desarrollo estabilizador se había agotado y eran necesarios cambios; pero ¿cuáles cambios? ¿La nueva estrategia tiene buenos resultados?
Este ensayo analiza la dinámica del crecimiento durante el neoliberalismo. Nos conformaremos con los datos más duros y generales debido al limitado espacio que permite una revista.


¿Crecimiento económico?Cómo hemos dicho, el objetivo primordial de cualquier estrategia económica es crecer. El crecimiento debe ser, además, sustentable y justo, pero, sobre todo, real. La primera gran promesa del neoliberalismo, y particularmente de los promotores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es volver a lograr un crecimiento estable y sostenido. La realidad ha sido otra: prácticamente no ha habido crecimiento real.
La economía ha crecido por encima de la inflación, pero el resultado es negativo si además de la inflación consideramos el aumento de la población. El PIB por habitante en diciembre de 1997 es 0.81% menor que el de 1981 (último año de crecimiento real antes de la crisis y del inicio del neoliberalismo) ¡Menos producción por habitante que 16 años atrás! Habrá quien atribuya esto a la crisis de 1995, pero no es así. Antes de la crisis (1994), el PIB por habitante ya era 0.53% menor que en 1981. Los siguientes años (1997-a junio de 2000) se logró un crecimiento real por habitante de 9.25%; pero el saldo global del neoliberalismo hasta la fecha ha significado una tasa media de crecimiento del PIB por habitante de sólo 0.42 por ciento.5
México tiene un pobre desempeño en el contexto latinoamericano y caribeño.
En la llamada década perdida de los ochenta, México es el país de toda la región que más decrece (-0.3% como promedio anual). Hay 14 naciones de América Latina y El Caribe que sí logran crecer, algunas incluso, de manera acelerada. La pequeña isla caribeña de Saint Kintts y Nevis crece al 7% de promedio anual en su PIB por habitante; Antigua y Barbados al 5.6%. Dentro del continente, países plenamente neoliberales como Chile crecen en promedio 1.3% anual.6
En la década de los noventa, 17 países logran un crecimiento del PIB por habitante mayor que el nuestro. Granada crece al 5.85% como promedio anual, Chile 4.67% y Argentina al 3.4%, mientras que México sólo lo hace a 1.4% como promedio anual.7
La estrategia neoliberal prometía una nueva etapa de crecimiento estable y sostenido y eso es lo que no se ha dado. El PIB por habitante es un indicador muy general, pero la falta de crecimiento es un dato suficientemente contundente para obligar a revisar la estrategia, sin embargo, la elite del poder en México se niega a hacerlo. Además, la tendencia a la baja de la inflación no ha sido constante y sobre todo no ha dado beneficios a la población ya que no ha significado mejoras en los salarios reales. Por el contrario, la estrategia ha tenido efectos muy negativos en términos sociales.
En lo que resta de este apartado profundizaremos el análisis de la dinámica económica. Buscaremos las causas o deficiencias estructurales de los problemas. Trataremos de descubrir en qué medida las crisis recurrentes tienen que ver con la estrategia aplicada, el grado de incidencia de lo negociado en el TLCAN en estos resultados y qué tanto las reglas pactadas son un apoyo para afrontar, en mejores condiciones, las dificultades de nuestra economía o si, por el contrario, son parte del problema. Las respuestas a estas preguntas son indispensables para un mejor diagnóstico ante la llegada de una nueva elite al poder, la cual ha prometido cambios de fondo, aún cuando todo indica que una vez más se niegan a revisar la estrategia económica.
El Cuadro 1 muestra los datos duros comparativos entre las diversas estrategias económicas aplicadas en México.


¿Cuál ha sido la estrategia y por qué ha dado tan pobres resultados?La estrategia neoliberal mexicana plantea crecer con base en la inversión privada, inclusive la extranjera, y el dinamismo principal se pone en las exportaciones manufactureras.
Efectivamente, las exportaciones han crecido en forma espectacular y hemos logrado pasar de ser un país exportador de productos primarios, a exportar manufacturas. Además se ha logrado atraer enormes sumas de inversión extranjera. ¿Por qué no se logra un crecimiento acelerado y constante? Las razones explicativas de dicha paradoja las encontramos en al menos cinco rubros:
1. Los sectores con un crecimiento mayor se ubican en las ramas con fuerte dinamismo exportador y/o presencia de capital extranjero. Durante el neoliberalismo, de 1982 a la fecha, la división de Transportes y Comunicaciones ha crecido 102%; Electricidad, 91%; Servicios Financieros, 87%; e Industria manufacturera, 81%.8 Además, dentro de la industria manufacturera hay una coincidencia casi total entre mayor dinamismo de crecimiento y peso en las exportaciones, como puede verse en el Cuadro 2.
En realidad, el sector exportador está constituido por sólo algunas grandes empresas que están creciendo de manera importante. Por ejemplo, en la rama de maquinaria y equipo, las exportaciones están fuertemente concentradas en unas cuantas empresas automotrices que, por lo demás, son transnacionales en su totalidad.
Además, su crecimiento no es motor del resto de la economía ya que dichas empresas se surten de importaciones. La mitad de las exportaciones manufactureras provienen de maquiladoras (49.79% en promedio durante el período del TLCAN) que tienen un contenido de insumos nacionales de 1.77% promedio durante las últimas dos décadas).9 Es decir, no tienen prácticamente ningún efecto de arrastre o multiplicador en el crecimiento del resto de la economía y tampoco generan empleos indirectos.10
El resto de las exportaciones manufactureras se están convirtiendo en maquila ya que su contenido mexicano (incluyendo la mano de obra) ha pasado de 91%, en 1983, a sólo 35% en 1996;11 Se estima que de dicho porcentaje, 20% es mano de obra, por lo que el efecto real sobre el resto de la economía de alrededor de 15 por ciento.12
Esto se atribuye a lo poco competitivo de nuestras industrias, pero no siempre es así. En realidad no hay nada que favorezca la compra de insumos nacionales. Las reglas de origen a cumplir para pasar las fronteras y exportar, basados en los tratados de libre comercio, no exigen contenido mexicano, sino únicamente zonal. A los inversionistas extranjeros no se les pueden poner requisitos de desempeño. Las grandes empresas no están obligados a someter a concurso sus compras, como sí lo deben hacer el Estado y las empresas públicas.
En las condiciones pactadas en los tratados de libre comercio no hay nada que favorezca la integración de las cadenas productivas nacionales, el aumento del contenido mexicano de nuestras exportaciones. En realidad, las grandes empresas transnacionales han impulsado los tratados de libre comercio para facilitar su integración intrafirma sin tener que cumplir diversos requisitos o normatividad de las legislaciones de cada país. La globalización neoliberal busca, en el fondo, la integración de las distintas plantas de las grandes corporaciones transnacionales; no tanto la integración de los países en que operan a la economía mundial.
Hay casos que documentan lo anterior. La empresa Rubestos, productora de balatas para frenos, le vendía a la Volkswagende México gran parte de su producción. Un día, le cortaron el pedido. Después de meses de solicitar una explicación, un funcionario de la automotriz confiesa que las balatas de Rubestos son de mejor calidad y de un precio similar a las que actualmente compran pero que no hay mejor negocio que comprarse a sí mismo y que la Volkswagen tiene, en otras partes del mundo, fabricas de balatas.
El mismo empresario decidió entrar a un nicho de mercado en el que consideró que no tendría problemas y orienta su producción a fabricar balatas especiales sobre medida para la industria llantera. Sin embargo, un día dejan de comprarle lo cual le extraña porque la gran industria de balatas tiene poca flexibilidad para producirlas de tamaño especial. Luego de una investigación descubre que algunas llanteras norteamericanas han decidido simplemente no comprar en México.
En ninguno de estos casos el fabricante mexicano pudo competir ni participar en licitaciones en las que ganara el mejor. Los tratados de libre comercio no obligan a las empresas privadas a someter a concursos sus compras. Lo paradójico es que dichos tratados sí obligan a las empresas públicas a licitar sus compras. Las privadas, pueden comprar a quién quieran porque es su dinero; pero las empresas públicas, que trabajan con dinero de la población, no pueden usar sus compras para favorecer a las empresas del país.13
2. El pobre dinamismo del crecimiento económico de México también se debe a que el grueso de las empresas mexicanas están, aún, orientadas al mercado interno. ¿Cómo pueden crecer cuando se ha reducido enormemente su mercado?
Si producen insumos para otras industrias, su mercado se ha reducido debido a que las empresas en crecimiento se abastecen cada vez más de importaciones. Si producen bienes de consumo final, su mercado se ha reducido debido a la gran pobreza de la mayoría de la población. Los salarios han perdido gran parte de su poder de compra desde hace dos décadas y media. El salario mínimo promedio nacional ponderado en el año 2000 puede comprar sólo 22.67% de lo que podía adquirir en diciembre de 1976,14 mientras el salario promedio industrial ha perdido, sólo durante el actual gobierno, 14.29%15 y el salario promedio de cotización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 19.41 por ciento.16
3. Por otra parte, efectivamente, se han atraído enormes cantidades de inversión extranjera. De 1982 a la fecha, nada menos que 196 mil 562 millones de dólares. Sin embargo, sólo la mitad (53.56%) es directa y una gran parte de ella es compra de empresas ya existentes, tanto privadas como privatizaciones. El resto de la inversión extranjera es de cartera y tiene muy poco efecto en el crecimiento, sobre todo la que se realiza en bonos de deuda que es 26.14% del total.17
Lo más grave es que la atracción de la inversión extranjera directa se hace ofertando los bajos salarios del país. La inversión especulativa se atrae vía altas tasas de interés que tienen efectos negativos en el crecimiento de la industria nacional al encarecer el crédito.
4. En conclusión, la estrategia ha fracasado. Se logran atraer grandes cantidades de inversión extranjera y crecen las exportaciones, que son los instrumentos planteados para dinamizar la economía; pero no se logran los objetivos que se propusieron con ellos: dinamizar al conjunto de la economía.
5. Además de no lograrse el objetivo de un crecimiento acelerado y sostenido, los efectos sociales negativos han sido enormes: pocos y malos empleos.
De 1993 a 1999 se han creado 6 millones 354 mil 199 empleos, cuando la demanda en estos seis años es de 8 millones 400 mil plazas. Pero lo más grave es que han sido malos empleos. El 63.1% de ellos no tiene ninguna de las prestaciones de ley; 54% son asalariados sin prestaciones de ley; 17.18% tiene un sueldo inferior al mínimo legal.18
Ni siquiera las industrias manufactureras, el gran sector exportador, han tenido resultados en la creación de empleos. Durante el período del TLCAN, la producción manufacturera ha crecido en un 43%, pero no ha generado empleos nuevos (–0.1%). Su productividad ha aumentado en estos mismos años en un 43.8%, pero el salario real ha bajado 12% y el costo de la mano de obra ha disminuido 33.2 por ciento.
La principal rama exportadora, maquinaria y equipo, ha crecido 80.8%, su productividad 74.9%; pero, en contraparte, el empleo sólo ha aumentado en dicho sector un 9.9%. y los salarios reales han perdido 12.8% de su poder de compra, mientras el costo de la mano de obra ha bajado 46.5%.19 Es decir los sectores exportadores que están creciendo aceleradamente no son grandes generadores de empleos. Ello se debe a lo ya explicado: poca integración de las cadenas productivas y generan pocos empleos porque en muchos casos son intensivas en capital, además de que muchas de las plazas se pierden con los proveedores nacionales ya que el abastecimiento proviene ahora de importaciones.
El presidente electo y su equipo han hablado mucho de que lograrán un crecimiento acelerado y sostenido y muchos y buenos empleos. Sin embargo, sin un cambio de fondo en la estrategia económico, todo quedará en palabras tan huecas como el bienestar para tu familia proclamado por el presidente saliente. En los hechos, ya anunció que en su primer año de gobierno no cumplirá sus promesas. Se plantea crecer entre 4% y 4.5%, generar sólo 900 mil empleos. Se habla además de que los salarios mínimos podrían subir sólo 7%, que es la inflación esperada.20
El nuevo equipo gobernante no ha explicado a detalle cómo lo va a lograr. Pero todo indica que sigue la tesis simplista y falsa de que el empleo se logra haciendo crecer la economía y para ello hay que invertir.
Como lo demuestran los datos duros presentados anteriormente, no toda inversión tiene los mismos efectos en el crecimiento y los empleos no dependen sólo de que la economía crezca, sino del tipo de crecimiento. La realidad evidencia que en México no hay una correlación directa entre crecimiento del PIB y creación de empleos. Por ejemplo, el segundo trimestre de 1999, con respecto al mismo de 1998, se crearon 185 mil 956 empleos por cada punto de crecimiento del PIB; en cambio, entre los mismos períodos de 98, con relación a 1997, se crearon 414 mil 156 empleos por cada punto de crecimiento del PIB.21
Por todo esto, es urgente una nueva estrategia económica para el país. Se han hecho propuestas fundadas e integrales por parte de grupos de la sociedad civil, pero todo indica que ni el gobierno saliente, ni el entrante, quieren discutir el tema.22



1 Nafinsa y Banco de México.
2 Nafinsa y Banco de México.
3 Nafinsa y Banco de México.
4 Tomado de La realidad Económica Mexicana, Solís Leopoldo. Editorial Siglo XXI Página 92 Basado en información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
5 Cálculos propios con base en información oficial. Fuentes: el PIB en pesos de 1993 INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales (SCN), tomado del Banco (electrónico) de Información Económica (en adelante BIE). La población son estimaciones a partir de la tasa media de crecimiento entre el Censo de 1980, 1990 y 2000.
6 CEPAL Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 1998. Apéndice estadístico. Cuadro A-2. Tomado de Internet.
7 CEPAL 1999-2000 Estudio Económico de América Latina y el Caribe. Síntesis. Apéndice estadástico. Cuadro A-3. Ed. Naciones Unidas CEPAL Santiago de Chile agosto de 2000.
8 Cálculo con base en el INEGI y Grupo de Trabajo INEGI, Banco de México y SHCP Tomado INEGI BIE.
9 INEGI Estadástica de la Industria Maquiladora de Exportación Tomado de BIE.
10 Aunque la industria maquiladora sí es generadora de empleos: un millón 136 mil 765 en los últimos 20 años, no son tantos como para que se justifiquen los privilegios que se le conceden. En 20 años ha creado menos empleos que los que se demandan en un año.
11 Héctor Vázquez Tercero Medición del Flujo Efectivo de Divisas de la Balanza Comercial de México. Revista . Comercio Exterior Agosto 95, Cuadros 5 y 8 páginas 599-600. Nota: las exportaciones netas totales son las brutas menos importaciones temporales de manufacturas. Los insumos importados de 1991 y 1992 son preliminares en la fuente original. De 1993 en adelante son estimaciones de Vázquez Tercero. A la misma conclusión llega la revista Expansión de agosto-septiembre de 1999 en su editorial y en el artículo Exportadoras e Importadoras ¿A quién le funciona el modelo?
12 La estimación se basa en que el peso de los salarios en el PIB es de 20 por ciento.
13 Entrevista realizada por el autor con su dueño Ing. Rubén Barrios Graff, 1997. Sobre las condiciones pactadas en los tratados de libre comercio, véase Jorge Calderón y Alberto Arroyo (coordinadores) El Tratado de Libre Comercio de América del Norte -Análisis Crítica y Propuesta, editado por la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), México 1993;.y Andrés Peñaloza y Alberto Arroyo (coordinadores) Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre México y la Unión Europea, en Prensa Ed. RMALC.
14 Cálculo propio con base en: Salarios, Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM), tomados de los Anexos de los Informes presidenciales. Se trata del salario mínimo promedio nacional ponderado con la PEA de las diversas zonas. Inflación de 1976 a 1982 tomada de la CNSM y de 1982 a la fecha Indice de Precios al Consumidor, del Banco de México. Tomado de INEGI BIE
15 El Salario obrero en la Industria manufacturera se calculó con base en el índice 1993=100. Tomado de INEGI BIE. Encuesta Industrial Mensual 205 clases de actividad.
16 Salario promedio de cotización al IMSS incluye algunas prestaciones. Se cambió la ley por no ser comparable a partir de julio 93. Se inicia una nueva serie a partir del segundo semestre de 1993. En 2000 usamos el promedio al tercer bimestre de 2000 Tomado de Web STPS. Estadísticas laborales. Cuadro III.19
17 Cálculo con base en el Banco de México. Balanza de Pagos. Tomada de INEGI BIE.
18 Empleo: INEGI Encuesta Nacional de Empleo 1993, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999. La demanda de empleos se calcula por el crecimiento de la población en edad de trabajar. Por supuesto, algunos trabajadores pueden aparecer en dos o más de estas condiciones por lo que el porcentaje no suma 100 por ciento.
19 Crecimiento del PIB: INEGI Sistema de Cuentas Nacionales Tomado de INEGI BIE. Empleo y salario : INEGI Encuesta Industrial mensual. Tomado de INEGI BIE. Costo de la mano de obra y productividad: misma fuente tomado de WEB INEGI Indicadores de Competitividad.
20 Declaraciones aparecidas en La Jornada el 11 de octubre de 2000.
21 Cálculos propios con base en INEGI. Encuestas nacionales de empleo y Sistema de Cuentas Nacionales. En ambos casos, los datos se toman de INEGI BIE. Se toman estos períodos del segundo trimestre de cada año con respecto al mismo del año anterior debido a que abarcan las encuestas nacionales de empleo del INEGI.
22 Véase por ejemplo la presentada por un equipo de la RMALC desde 1995. Alberto Arroyo, Eduardo Manzo, Alejandro Nadal, Andrés Peñaloza y Carlos Salas Plan de recuperación económica y desarrollo sustentable, se publica en tres libros distintos: Tenemos Propuesta, editado por la RMALC. México Septiembre 1995. O la consensada al interior de Poder Ciudadano (coalición de más de 500 organizaciones civiles y sociales de todo el país) La Agenda Económica Ciudadana. Una nueva Estrategia para el desarrollo económico y social de México y que fue presentada a todos los candidatos a la presidencia en el proceso electoral de 2000.

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