Christopher Alaña
Resumen:
El presente estudio propone generar una propuesta metodológica para el análisis del proceso Económico Endógeno, a partir de las transformaciones sociales y económicas en Venezuela mediante la Revolución Bolivariana a partir del 2004.
El motivo fundamental del presente trabajo es hacer un planteamiento a partir de un análisis científico, luego canalizarlo a su expresión tecnológica y plantear un conjunto de acciones para tratar de resolver un problema de índole social, en torno al mejoramiento de las condiciones de vida del venezolano, de igual modo deben destacarse las profundas e intensas interacciones que caracterizan hoy los vínculos entre la ciencia y la tecnología. La copulación recíproca entre ellas, el binomio interactivo que han constituido, ya que representan un elemento esencial de la actual civilización tecnológica, aplicado bajo los esquemas de los análisis científicos conjuntos a razonamientos empíricos propios de las ciencias sociales. Finalmente vinculamos que una posible solución ante el problema de la pobreza debe partir del enfoque científico.
Palabras claves: Problemas sociales de la ciencia y la tecnología, positivismo, desarrollo endógeno, cooperativas, economía social, Venezuela.
Endogenous Economic Development in Venezuela From the Point of View of the Social Problems of Science and Technology
Abstract: This article offers a methodological proposal for analyzing the process of endogenous development which the Bolivarian Revolution has been promoting since 2004. The central problem is how to resolve the basic social problem of how to improve the living conditions of the population and overcome the widespread poverty. To this end the author explains the intimate links between science and technology and suggests the technological implications of a scientific analysis.
Key words: Social problems of science and technology, positivism, endogenous development, cooperatives, social economy, Venezuela.
recibido: 20-06-05 / arbitrado: 02-08-06
Introducción
En cualquier búsqueda del conocimiento, el hombre alcanza sus objetivos por medio de operaciones sistemáticas, nunca a través de una sola regla, sino de una serie de ellas.
En este sentido, ese carácter sistemático, gradual y escalonado hacia un objetivo específico lo hace sinónimo de planificación, una planificación con cimientos científicos y planteamientos tecnológicos que abarcan a los problemas sociales.
Pacey (1983) confirma que las expresiones científicas nos conducen a expresiones tecnológicas y sociales (fig. 1). En este caso, planteando el aspecto científico, y distinguiendo los aportes tecnológicos y sociales se va a desarrollar en este trabajo el planteamiento del desarrollo endógeno en Venezuela.
El objetivo principal es esbozar las diferencias fundamentales entre la concepción tradicional de la ciencia y la tecnología y el enfoque ciencia-tecnología-sociedad, tomando como perspectiva el desarrollo endógeno en su planteamiento científico; haciendo uso de herramientas tecnológicas para la solución de problemas sociales como la pobreza y la transformación económica de un país como Venezuela, en proceso de cambio a partir del 2004.
Esta actividad que denominamos ciencia se desenvuelve en el contexto de la sociedad, de la cultura, e interactúa con sus más diversos componentes. Al hablar de ciencia como actividad nos dirigimos al proceso de su desarrollo, su dinámica e integración dentro del sistema total de las actividades sociales. Desde esta perspectiva se promueven a un primer plano los nexos ciencia-política, ciencia-ideología, ciencia-producción y, en general, ciencia-sociedad. La sociedad es un continuo pluridimensional donde cada fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos, cobra sentido exclusivamente si se relaciona con el todo. Se confirma la necesidad de revisar la política científico-tecnológica y con ella, la concepción misma de la ciencia-tecnología y de su relación con la sociedad (De Souza Silva et al., 2003a).
Considerando este enfoque sobre los vínculos de los problemas científicos-tecnológicos-sociales, se quiere consolidar las determinaciones científicas, con fundamentos propios, llevados de manera útil, haciendo empleo de herramientas tecnológicas para la solución de los problemas sociales como la pobreza en Venezuela, a partir del proceso de desarrollo endógeno.
Aunque quizás en menor medida, también hay elementos de las dimensiones que delimitan los problemas que aborda la sociociencia (figura 2), esto es, la dimensión organizativa de la ciencia (planificación y gestión de la política científica, fondos y recursos para la investigación, grupos de investigadores, difusión de la ciencia, etc.) y la dimensión ideológica-cultural (finalidades y objetivos de la ciencia, prioridades en investigación y desarrollo, sistemas de valores y códigos éticos en la práctica científica, etc.) del modelo elaborado (Acevedo, 1994) para la práctica científica.
Las relaciones ciencia-tecnología-sociedad (CTS) asociadas a la sociedad de la época del industrialismo están perdiendo (total o parcialmente) su brillo bajo la influencia de múltiples eclipses, en tanto nuevas relaciones CTS asociadas a una ciencia de sociedad gana brillo propio a medida que su coherencia se legitima en correspondencia con la relevancia de las dimensiones humanas, sociales y ecológicas de la existencia (De Souza Silva, 2003b).
Estos enfoques se agrupan dentro del enfoque CTS o interaccionista, aunque con diversidad ontológica y epistemológica en diferentes abordajes (Núñez, 1999). Señala que el elemento que enlaza estos enfoques es la preocupación teórica por los nexos CTS, pero esas preocupaciones se asumen desde muy diferentes posiciones teórica-metodológicas y con muy variados propósitos.
Acepción restringida de la ciencia
El enfoque CTS rescata el sentido político en las decisiones en ciencia y tecnología, insiste en la necesidad de articular los medios y los fines en las políticas donde los fines deben contribuir a diseños estratégicos que hagan humanos y sostenibles los esfuerzos, subraya que no existen recetas únicas y, por ende, construir políticas propias es imprescindible. Esas políticas no pueden menos que articularse a las realidades económicas, culturales, educacionales, ambientales, propias de países o regiones. La política tecnológica, bien entendida configura un ámbito interdisciplinario donde las ciencias económicas tienen bastante que decir pero ni mucho menos todos.
Las ciencias sociales, la filosofía, la ética, por citar algunas disciplinas, son las de mayor importancia (Núñez, 1999).
Antecedentes y estado actual de la temática
Desde los años 50 tres grandes ramas han sugerido expresar una contribución para el desarrollo de la economía. Una de ellas es la educación. En los 50 y los 60, Harbison y Myers consideraron importante la necesidad de incrementar la atención a la mano de obra, mientras que Tinbergen, Paarnes y otros pronosticaron que el futuro de las necesidades de los trabajadores era la educación planeada para cubrir estas necesidades. Becker, Schultz y otros tienen una posición dominante en la cual se preocupan más por el capital humano y cómo se sienten las personas en su trabajo. La tercera rama importante, es mencionada a finales de los 80, entre otras personas por Barro. En ella, se incorpora la educación como variable importante en modelos de crecimiento endógeno, obteniendo resultados que aparentemente establecen a la misma como un factor determinante del ritmo del crecimiento económico.
Desarrollo endógeno no es desarrollo autárquico sino que, por el contrario, significa utilizar para los propios propósitos y objetivos regionales o locales lo mejor del entorno, lo más pertinente para nuestra problemática.
A mediados del presente siglo, el ideal del progreso, propio del credo liberal decimonónico, fue sustituido por el del desarrollo. A su vez, el ideal del desarrollo evolucionó al más amplio de «desarrollo integral», para incluir los aspectos sociales y cualitativos.
Luego, se fue matizando en términos de «desarrollo con rostro humano», hasta llegar al concepto de «desarrollo humano», que el PNUD utiliza en sus informes y que enfatiza la centralidad del hombre en todo proceso de desenvolvimiento, y el «desarrollo sostenible».
El Informe Brundtland define el desarrollo sostenible en los términos siguientes: «Un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin menoscabar las capacidades de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades».
De esta suerte, en la concepción del desarrollo están presentes tanto la dimensión humana como la preocupación ambiental, el respeto por el medio, la necesidad de lograr un equilibrio, una adecuada compatibilidad, entre el desarrollo y la preservación de la calidad de la vida y de los recursos naturales.
Los informes sobre el desarrollo humano del PNUD establecen que «el objetivo básico del desarrollo humano es ampliar las oportunidades de los individuos para hacer que el desarrollo sea más democrático y participativo. Una de ellas es el acceso al ingreso y al empleo, a la educación y a la salud, y a un entorno físico limpio y seguro.
A cada individuo debe dársele también la oportunidad de participar a fondo en las decisiones comunitarias y de disfrutar de la libertad humana, económica y política».
Otro elemento importante en el concepto de desarrollo sostenible es el cultural. El verdadero desarrollo tiene que partir del respeto y la promoción de la cultura. Si la cultura y el desarrollo no marchan en la misma dirección, ambos se condenan mutuamente al fracaso. Es, en última instancia, la cultura la que da firmeza al desarrollo y lo hace realmente duradero. El desarrollo debe estar anclado en la cultura de cada pueblo y diferenciarse de acuerdo con las características de los diversos grupos étnicos y culturales.
El problema de la relación entre innovación y desarrollo social es uno de los más relevantes que podemos imaginar para el campo CTS, sobre todo si se le enfoca desde la perspectiva de los países subdesarrollados. Es un tema que enlaza cuestiones técnicas con valoraciones políticas y éticas fundamentales. Las políticas científico-tecnológicas y las educativas deben desplazar los viejos abordajes o marcos conceptuales con los cuales operaban en el pasado y sustituirlos por ideas contemporáneas, lo que quiere inevitablemente la comprensión de los procesos de innovación social. Hay que trabajar para la innovación, pero colocando por delante los objetivos sociales que ella debe atender. La educación para la innovación es la parte importante de la formación CTS (Núñez, 1999).
El positivismo o empirismo lógico da la imagen clásica de las ciencias y el mismo está muy vinculado “al programa propuesto por Rudolf Carnal en 1928 de reconstruir racionalmente los procesos de conocimiento con apoyo de la regla de la lógica” (Núñez, 1999, 104) y en el mismo, además de Carnal, se destacan figuras como Nagel, Hempel, Reichembach, entre otros. El rasgo diferencial de este nuevo empirismo con respecto al anterior de D. Hume, radica en que mientras el primero constituía un análisis de las cualidades humanas para conocer, el segundo prefería el análisis de las proposiciones lingüísticas en las que se expresa el conocimiento, de aquí que lo que más importa para saber qué es la ciencia es el estudio del lenguaje de esta como el modo específico en que ella estructura su sistema de proposiciones (ideas a las que son aplicables las proposiciones de verdadera o falsa) y demuestra su veracidad (Martínez Ungo, 2001).
El conocimiento científico se reconstruye racionalmente a partir de la lógica y la experiencia con la ayuda de un método inductivo que permite, sobre la base de la observación, establecer la confirmación de la hipótesis planteada. Son estos mismos factores epistémicos (lógica+experiencia) los que posibilitan el cambio científico.
Hipótesis de trabajo
La propuesta metodológica y los procedimientos diseñados para el estudio que abordaremos, genera un modelo de análisis para la evaluación del impacto social en Venezuela y propone un estudio que define el desarrollo económico endógeno, para la transformación socioeconómica venezolana que ha imperado desde los últimos cuarenta y siete años.
Esto nos permitirá llegar a un nivel de entendimiento que permita homogeneizar los procesos vinculados en la creación de modelos de desarrollo endógeno y estandarizar a su vez la información obtenida a partir de los mismos. Esto nos va a garantizar entender una amplia variedad de situaciones de desarrollo locales, sostenibles y sustentables, acompañado de la aprehensión del conocimiento económico por parte de la comunidad en donde se aplica con repercusión en el bienestar social.
Es difícil denominar de forma determinística el concepto de la pobreza, de manera que partiremos de su entendimiento a partir de los siguientes conceptos:
"Pobreza es la falta de una o varias garantías, principalmente la del trabajo, que permiten a las personas y a las familias asumir sus obligaciones profesionales, familiares y sociales y gozar de sus derechos fundamentales. La inseguridad que produce esta situación puede ser más o menos importante y puede tener consecuencias más o menos graves y definitivas. Se convierte en pobreza extrema cuando afecta a varios sectores de existencia, cuando adquiere carácter persistente o cuando compromete las posibilidades de que la persona asuma de nuevo sus propias responsabilidades y de que reconquiste por sí misma sus propios derechos por la obtención de un porvenir más seguro" (Alaña, 2003)."Definimos la exclusión social en relación, ante todo, con los derechos sociales. Verificamos cuáles son los derechos sociales de los ciudadanos con respecto al empleo, la vivienda, el derecho a la salud, etc.; cuál es la eficacia de las políticas nacionales que garantizan estos derechos a los ciudadanos; cuáles son los obstáculos y las disposiciones que excluyen de ellos a ciertas personas. Esta es la primera etapa. La segunda tarea consiste en estudiar los elementos presentes en la siguiente situación: presentes en la siguiente demostración: cuando los ciudadanos son incapaces de obtener sus derechos sociales, tienden a padecer un proceso general y persistente de privación de sus derechos adquiridos, a la vez que van declinando su participación social y profesional", según lo publicado en II° Rapport (Cabezalí, 2002).
Por lo tanto, las respuestas a la pregunta de ingresos mínimos se interpretan a veces como puntos en la función de costo del consumidor, dado el gasto mínimo necesario para asegurar un nivel determinado de utilidad, en un punto de utilidad mínima, interpretado como la línea de pobreza en el espacio de la utilidad. Según esta interpretación, las evaluaciones subjetivas del bienestar proporcionan un medio de superar el problema de la identificación de la utilidad exclusivamente a partir del comportamiento de la demanda cuando los atributos de lo hogares varían.
La pobreza objetiva que detecta a los hogares menos favorecidos desde el punto de vista de los ingresos que perciben o los gastos que realizan.
Pobreza subjetiva basada en cómo perciben los propios hogares su situación, la pobreza carencial detecta a los hogares que no pueden cubrir unas necesidades mínimas y pobreza permanente o pobreza de larga duración.
La pobreza objetiva se define a partir de la información proporcionada por el hogar, generalmente su nivel de ingreso o de gasto, y puede enfocarse desde dos puntos de vista: absoluto y relativo.
La pobreza absoluta supone carencia de bienes y servicios considerados esenciales, tales como alimentación, vivienda o vestido, está asociada al concepto de privación o miseria.
La pobreza relativa estudia la no posesión o disfrute de bienes y/o servicios considerados habituales en la población a la que pertenece el hogar, este concepto está muy relacionado con la desigualdad. De acuerdo con estos dos puntos de vista podrían construirse líneas de pobreza absoluta y relativa.
Una línea de pobreza es una frontera o línea divisoria que separa dentro de una determinada población a los pobres de los que no lo son, y que viene generalmente expresada en valores de un determinado indicador monetario. Digamos que es un umbral tal que todo individuo que se encuentre por debajo de él queda clasificado como pobre. Una vez fijado el indicador monetario y la unidad de medida (ingreso o gasto equivalente) la ordenación entre hogares permanece invariable.
Las líneas de pobreza subjetivas están basadas en la percepción que los propios hogares tienen de sus necesidades. Utilizan como indicador monetario el ingreso (en relación a las rentas anuales). Estas líneas tienen la ventaja respecto a las objetivas de que no requieren el uso de escalas de equivalencia. Para estimarlas es necesaria la información subjetiva. Un estudio sobre pobreza debe identificar a los pobres dentro de la población y también cuantificar el grado de pobreza en que estos pobres se encuentran. La identificación se lleva a cabo a través de las líneas de pobreza y su medida a través de los índices de pobreza (Renes, 1999).
La pobreza subjetiva
Un estudio de pobreza gana en profundidad si además de detectar a los hogares o a las personas menos favorecidos desde el punto de vista de los ingresos que perciben o los gastos que efectúen, ofrece información sobre cómo perciben los propios hogares o personas su situación.
Las líneas de pobreza subjetivas se basan en la percepción que los propios hogares o personas tienen de sus necesidades.
Utilizan el ingreso como indicador monetario del nivel de vida, y tienen la ventaja frente a las objetivas de no requerir el uso de escalas de equivalencia (el propio hogar, cuando proporciona información tiene en cuenta el tamaño de las personas que lo integran).
En relación al plano educacional
La “concepción tradicional del la ciencia” se ha manifestado en diferentes modelos que tienen como denominador común la prevalencia del papel activo del rol desempeñado por los profesores, por tanto portadores de una verdad acabada e indiscutible que es transmitida a los alumnos, siguiendo la lógica interna de los contenidos de las diferentes especialidades y que deben ser asimiladas por estos de forma acrítica y memorística. Se parte del presupuesto de que un estudiante con un coeficiente de inteligencia “normal” debe ser capaz de aprender el aparato teórico conceptual que se le imparte de acuerdo con la estructura formal de una disciplina determinada para lo cual solo se requiere, de parte del profesor, de un dominio adecuado de los conocimientos que deben ser impartidos de forma clara y detallada, de parte del alumno se precisa, además de una inteligencia normal, una predisposición mínimas indispensables. De esta forma se conforma una visión desde la ciencia que se corresponde con la “concepción tradicional”, pues por lo general la misma se presenta de forma ahistórica, descontextualizada, neutra, individualista, lineal y acumulativa. Desgraciadamente este método de enseñanza es aún hoy día aplicado en no pocos lugares, de lo cual no están exentos nuestros centros de enseñanza a pesar de los esfuerzos que se han hecho y de los adelantos que han experimentado las investigaciones pedagógicas.
Por otra parte, de manera de análisis antagónico, la base de esto se encuentra en el reconocimiento de que el conocimiento científico no es solo uno de los factores que influyen en la generación y reemplazo de la tecnología sino que también es uno de los recursos con que cuenta la sociedad para controlar sus esfuerzos.
La ciencia encargada de suministrar los datos que permiten a los “no científicos” llegar a este tipo de conclusiones definitorias sobre la política científico-tecnológica a seguir, se denomina “ciencia reguladora” y no es la que se realiza en los laboratorios o en las instituciones académicas, sino en despachos, foros, asambleas, en fin, en espacios que permitan la participación ciudadana. Para que ello sea efectivo se requiere de una especie de “alfabetización” de la población de materia cinética que lo haga posible (García Palacios et al, 2001).
Forma en que se adecuan las aplicaciones científicas en el aspecto social
Esta generación del análisis para la medición del desarrollo endógeno, se adecúa perfectamente con las prioridades de políticas de desarrollo social y económico del gobierno venezolano: establecer el desarrollo económico endógeno como medio para la transformación económica y social del pueblo venezolano. Sus nexos más consistentes son con el subprograma Misión Vuelvan Caras, la cual es dirigida por el Ministerio para la Economía Popular (MINEP), al centrar su atención en las relaciones existentes entre fenómenos de producción a partir de los contextos geoculturales, orientado por un proceso de formación (técnico-laboral) y capacitación sociopolítica, seguida de un acompañamiento social, que persigue entre otros fines la seguridad agroalimentaria de la nación y la transformación plena del aparato productivo con sus tendencias neoliberales, dependientes y de puertos.
Además, como se establece en dicho subprograma, los resultados que se pretende obtener se producirán en los niveles prioritarios identificados, como lo son:
- La propuesta de recomendaciones y medidas sobre problemas de formación, capacitación, desarrollo cooperativista y socioeconómicos en el ámbito nacional, privilegiando el corto y mediano plazo, y
- La contribución a un mayor conocimiento científico sobre tales problemáticas en el ámbito local, regional (Caribe) y global, especialmente a largo plazo.
Las salidas del proyecto están encaminadas a ofrecer alternativas (mediante la predicción, y generación de modelos de desarrollo económico endógeno, mediante procesos homogenizados a sus contextos geoculturales y de información estandarizada) para la toma de decisiones científicamente fundamentadas (sobre la base del diagnóstico y la modelación de procesos económicos y sociales) ante la necesidad de transformar sus impactos y modelos tradicionales sobre la producción y consumo de la población venezolana.
En el aspecto educativo
Con este aspecto se pretende distinguir e identificar cómo está conformada la población según su grado de instrucción, con la finalidad de conocer en la población económicamente activa el nivel educativo del jefe de familia y su correlación con la dependencia económica familiar.
El desarrollo tecnológico exige una base científica sólida y debe orientarse resueltamente hacia modos de producción seguros y no contaminantes, una utilización de los recursos más eficaz y productos más inocuos para el medio ambiente. La ciencia y la tecnología también deben orientarse decididamente hacia perspectivas que mejoren el empleo, la competitividad y la justicia social.
Hay que aumentar las inversiones en ciencia y tecnología encaminadas a estos objetivos y a conocer y proteger mejor la base de recursos naturales del planeta, la diversidad biológica y los sistemas de sustentación de la vida.
El objetivo debe ser avanzar hacia unas estrategias de desarrollo sostenible mediante la integración de las dimensiones económicas, sociales, culturales y ambientales.
Conclusión
En Venezuela, por estar gestándose un nuevo proceso de carácter político-social, todas las ideas que surjan de nuevos técnicos especialistas en diversas áreas del saber, lejos de ser incoherentes y fatuas, serán pragmáticas, es decir serán propuestas que habrán de ser estudiadas y ejecutadas en el ámbito del desarrollo económico-humanista, ya que sería una manera de darle participación a las nuevas ideas que nazcan de profesionales del pueblo verdaderamente comprometidos con el proceso de reivindicación del hombre dentro del contexto histórico actual venezolano.
El saber científico ha dado lugar a notables innovaciones sumamente beneficiosas para la humanidad. La esperanza de vida ha aumentado de manera considerable y se han descubierto tratamientos para muchas enfermedades. La producción agrícola se ha incrementado enormemente en muchos lugares del mundo para atender las crecientes necesidades de la población. Está al alcance de la humanidad el liberarse de los trabajos penosos, gracias al progreso tecnológico y a la explotación de nuevas fuentes de energía que también han permitido que surgiera una gama compleja y cada vez mayor de productos y procedimientos industriales. Las tecnologías basadas en nuevos métodos de comunicación, tratamiento de la información e informática han suscitado oportunidades y tareas sin precedentes para el quehacer científico y para la sociedad en general. La profundización ininterrumpida de los conocimientos científicos sobre el origen, las funciones y la evolución del universo y de la vida dota a la humanidad de enfoques conceptuales y pragmáticos que ejercen una influencia profunda en su conducta y sus perspectivas. (Declaración de Budapest, 1999), esto nos permite:
- A partir de de la ciencia podemos generar aportes que solucionen problemas sociales para el beneficio de la humanidad como la disminución de la pobreza y el desarrollo endógeno de un país, en este caso Venezuela.
- Las expresiones científicas nos conducen a tecnologías endógenas, cuyos componentes geoculturales son enfocados a las soluciones de problemas propios de las regiones, en sus contextos sociales.
- El desarrollo endógeno sin un aval científico ni consideraciones tecnológicas reales vinculadas a su entorno social pierde consistencia, ya que no cumple con la adaptación propia en la solución de los problemas sociales como la disminución de la pobreza, y el desarrollo integral de un país.
Referencias bibliográficas
1. Acevedo, J. A. (1994), “La dimensión social de la ciencia y la tecnología. Una perspectiva CTS del desarrollo tecnológico y su evaluación”, Ponencia presentada en las Jornadas de Industrias Químicas: En torno a treinta años de historia, Huelva: AIQB y CEP.
2. Alaña, Cristopherd José (2003), “Generación de un enfoque metodológico para la medición de la pobreza subjetiva”, Revista Venezolana Análisis de Coyuntura, Vol. IX, No. 2, FACES-UCV, Caracas.
3. Cabezalí, M., Inmaculada (2002), "Las encuestas de presupuestos familiares como fuente de información para el estudio de la pobreza",Revista No. 63, Fuentes Españolas.
4. De Souza Silva, J. (2003a), “La universidad, el cambio de época y el modo contexto-céntrico de generación de conocimientos”, Conferencia presentada en el Seminario Internacional: La educación superior. las nuevas tendencias, Quito.
5. — (2003b), Quo Vadis, Tecnociencia? A emergência de uma ciencia da sociedade no contexto da mudanza de época, L. Santos, E. Ichikawa, P. Sendin e D. Cargano (Eds.) Brasil.
6. García Palacios, E. M, et al (2001), Ciencia, tecnología y sociedad: una aproximación conceptual, Madrid.
7. Martínez Ungo I. (2001), Enfoque social de la ciencia a través del proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias naturales en el IPVCE Federico Engels, Tesis de Maestría, La Habana.
8. Núñez, J. (1999), La Ciencia y la Tecnología como procesos Sociales. Lo que la Educación no debería Olvidar, Ed. Félix Varela.
9. Pacey, A. (1983), The Culture of Technology, Cambridge, MA: MIT Press.
10. Renes, V. (1999), Pobreza y exclusión social, en V. Renes, J. Sols y L. González-Carvajal Pobreza y exclusión social, (Madrid, PPC).
11. Unesco–ICSU (1999), Declaración sobre la Ciencia y el uso del saber científico, http://www.campus-oei.org/salactsi.
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